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Con insuficiencia hepático y/o hepatitis aguda.
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Con dependencia actual a opiáceos ya que puede
sobrevenir un síndrome de abstinencia.
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Reciben medicamentos opiáceos.
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Con control positivo a opiáceos o que no hayan
superado el test de naloxona.
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Tengan hipersensibilidad a la Naltrexona.
Precauciones:
No es infrecuente que las personas que abusan del
alcohol tengan alterada la función hepática. Se han descrito
alteraciones de las pruebas funcionales hepáticas en pacientes ancianos
obesos que recibían naltrexona a dosis más elevadas (hasta 300 mg/día)
que las recomendadas para el tratamiento del alcoholismo. Antes de
iniciar el tratamiento, y periódicamente a lo largo del mismo, deberán
realizarse pruebas hepáticas.
Puesto que Naltrexona es ampliamente metabolizado en el
hígado y eliminado básicamente por orina, su administración se llevará a
cabo con especial precaución en enfermos con insuficiencia hepática y/o
renal.
La administración de Naltrexona puede desencadenar un
síndrome de abstinencia en sujetos adictos a opiáceos, con síntomas y
signos que pueden presentarse desde los 5 primeros minutos hasta 48
horas después. El tratamiento debe ser sintomático.
Debe advertirse a los pacientes que un intento de anular
el bloqueo administrando dosis altas de opiáceos puede ocasionar una
intoxicación aguda posiblemente fatal.
En una situación de emergencia en la que se requiera
administrar analgésicos opiáceos a sujetos en tratamiento con Naltrexona,
la dosis de éstos puede ser mayor del habitual, y la depresión
respiratoria resultante puede ser más profunda y más prolongada.
Adicionalmente, pueden aparecer acciones no mediadas por el receptor
(ej. hinchazón de la cara, prurito, eritema generalizado presumiblemente
debido a la liberación de histamina). En estas circunstancias el
paciente debe ser cuidadosamente monitorizado por el personal adiestrado
y un centro hospitalario.
Es sabido que el riesgo de suicidio aumente en pacientes
con abuso de sustancias, con o sin depresión concomitante. Ese riesgo no
se elimina con el tratamiento de Naltrexona (ver Reacciones adversas).
La prueba de naloxona está recomendada para controlar el
uso de opiáceos; un síndrome de abstinencia desencadenado por naloxona
será de menor duración que una desencadenado por Naltrexona.
Advertencias:
- Embarazo y lactancia:
La naltrexona ha presentado efectos embriotóxicos en
ratas y conejas cuando se ha administrado a dosis de 100 mg/kg,
aproximadamente 140 veces la dosis terapéutica humana.
Estudios en animales no sugieren ningún efecto
teratogénico. Puesto que no existe una experiencia clínica adecuada, la
administración de Naltrexona durante el embarazo o la lactancia únicamente
se realizará cuando, a criterio médico, los beneficios potenciales
justifiquen posibles riesgos.
- Efectos sobre la capacidad para conducir
vehículos y utilizar maquinaria:
Naltrexona puede alterar la capacidad psíquica y/o mental
requerida para llevar a cabo tareas que necesitan una especial atención,
como conducir vehículos o manejar maquinaria.
Interacciones con otras
drogas:
Los pacientes que están tomando naltrexona pueden no
beneficiarse de medicamentos que contengan opiáceos, tales como
preparaciones para el resfriado o la tos, antidiarréicos y analgésicos
opiáceos. Debe advertirse a los pacientes que un intento de anular el
bloqueo administrando dosis altas de opiáceos puede ocasionar una
intoxicación opiácea agua posiblemente fatal.
En una situación de emergencia en la que se requiera
analgesia opiácea, pueden ser necesarias dosis más elevadas de estas
sustancias para controlar el dolor. El paciente deberá ser
cuidadosamente nomitorizado si existen pruebas de depresión respiratoria
u otros síntomas y signos adversos.
No se recomienda su uso con medicamentos potencialmente hepatotóxicos.
Se han comunicado somnolencia y astenia después de la
administración de naltrexona y tioridacina.
Reacciones Adversas:
Los efectos secundarios observados con naltrexona
parecen ser similares tanto en alcohólicos como en sujetos adictos a
opiáceos. Las reacciones adversas graves son infrecuentes.
Las reacciones adversas registradas con mayor
frecuencia durante el tratamiento con naltrexona son los siguientes:
Náuseas, cefaleas, vértigos, nerviosismo, fatiga,
vómitos, ansiedad, somnolencia, dificultad en conciliar el sueño, dolor
abdominal, astenia, dolor articular y muscular, pérdida de apetito,
diarrea. estreñimiento, sed, inquietud, sensación de abatimiento,
irritabilidad, erupciones cutáneas, eyaculación retardada, disminución
de la potencia sexual, escalofríos, congestión nasal, dolor torácico,
sudoración y lagrimeo.
Se han comunicado depresión, ideas suicidas e
intentos de suicidio en individuos que recibían tanto naltrexona como
placebo, así como grupos control concomitantes sometidos a tratamiento
por abuso de sustancias. Aunque no se ha establecido un reacción casual
con naltrexona, el médico debe saber que el tratamiento con este
preparado no reduce el riesgo de suicidio en estos pacientes (ver
Advertencias y Precauciones).
Ocasionalmente se han descrito anormalidades en la
función hepática. Ha sido comunicado un caso de púrpura trobocitopénica
idiopática en un paciente que recibía naltrexona.
Sobredosis:
La experiencia clínica con sobredosis de naltrexona en humanos es
limitada. No hubo síntomas de intoxicación en voluntarios que recibían dosis
de 800 mg/día durante 7 días. Sin embargo, en caso de sobredosis, los
pacientes deberán ser monitorizados y recibirán tratamiento sintomático en
medio hospitalario.
Ante la eventualidad de una sobredosificación concurrir al Hospital más cercano o
comunicarse con los Centros de Toxicología. |