Terapia Cognitiva
El principio básico de su efectividad es el control de la compulsión. Se sabe que la
realización del acto compulsivo alivia la tensión y la ansiedad, pero inmediatamente
después ésta comienza a aumentar hasta lograr la repetición de la conducta compulsiva.
A través de las técnicas cognitivas se trata de evitar la repetición de la conducta
compulsiva. Con la ejercitación de la misma se va viendo como la tensión lentamente
decrece y va perdiendo la intensidad desencadenante del comportamiento compulsivo. La
Terapia Cognitiva hace énfasis en cambiar las creencias y esquemas de pensamiento del
enfermo de TOC.
Generalmente se trabaja en la reducción de la ansiedad y en el control del estímulo
generador de ésta, a través de técnicas como la desensibilización sistemática
y la relajación. Luego se inicia la supresión del ritual a través de la
exposición en vivo al estímulo generador de ansiedad, previniendo cualquier
respuesta evitativa. Finalmente se enfrenta la ideación obsesiva. La ponderación y el
entendimiento de este tipo de trastorno por parte del núcleo familiar es de fundamental
importancia para obtener el control o alivio de los síntomas. La combinación con los
psicofármacos antiobsesivo-compulsivos aumenta la efectividad psicoterapéutica.
Terapia Conductista de Exposición
Un método específico de Terapia Conductista llamada "prevención de exposición
y reacción" [exposure and response prevention"] es efectivo para muchas
personas con TOC. Este método implica que el paciente se enfrenta, deliberada o
voluntariamente, al objeto o idea temida, ya sea directamente o con la imaginación. Al
mismo tiempo, el paciente es alentado a abstener de sus rituales con apoyo y estructura
provistos por el terapeuta, y posiblemente por otros que el paciente reclute para
asistirle. Por ejemplo, una persona que se lava las manos compulsivamente puede ser
alentada a tocar un objeto que él/ella cree está contaminado y luego la persona es
instada a evitar lavarse por varias horas hasta que la ansiedad provocada se haya reducido
en gran parte. El tratamiento entonces procede paso por paso, guiado por la habilidad del
paciente a tolerar ansiedad y controlar los rituales. A medida que progresa el
tratamiento, la mayoría de los pacientes gradualmente sienten menos ansiedad causada por
los pensamientos obsesivos y pueden resistir los impulsos compulsivos.
Estudios de terapia conductista para TOC han encontrado que es un tratamiento exitoso
para la mayoría de los pacientes que lo completan. Para que el tratamiento sea exitoso,
es importante que el terapeuta sea totalmente capacitado para proveer este tipo
específico de terapia. También es útil que el paciente esté muy motivado y tenga una
actitud positiva y determinada.
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