Test que
delata signos de consumo. Es de utilidad para padres que sospechan
que sus hijos consumen drogas de adicción.
1
¿Su hijo parece
retraído, deprimido, cansado y descuidado en su aspecto
personal?
2
¿Lo nota hostil y
falto de cooperación?
3
¿Se han deteriorado
las relaciones de su hijo con otros miembros de la familia?
4
¿Ha dejado a sus
antiguos amigos?
5
¿No le va
bien en la escuela? ¿Ha empeorado las notas o la asistencia es
irregular?
6
¿Ha perdido interés
por los pasatiempos, los deportes u otras actividades?
7
¿Han
cambiado sus hábitos de comer o dormir?
8
¿Tiene las pupilas
dilatadas o los ojos colorados?
9
¿Tiene
conversaciones telefónicas o encuentros con desconocidos?
10
¿En su casa faltan
objetos de valor? ¿Tiene su hijo una necesidad creciente de
dinero?
11
¿Tiene
feo olor, incluso en la vestimenta y las sábanas?
12
¿Tiene
elementos que permitan picar la droga como, por ejemplo, hojas
de afeitar, tarjetas duras o cuchillos?
13
¿Tiene
elementos que permitan aspirar la droga como, por ejemplo,
bolígrafos sin tapa ni tanque, tubitos, pajitas o billetes
enrollados?
14
¿Ha encontrado
cigarrillos de tabaco desarmados, filtro de cigarrillos,
jeringas o algún recipiente pequeño, como cucharas o tapitas de
bebida?
15
¿La nariz le sangra o
gotea a menudo?
16
¿Tiene dificultad
para hablar?
17
¿Tiene marcas de
pinchazos en brazos o piernas?
Algunos de estos síntomas
pueden aparecer en jóvenes que no consumen drogas. Se trata de signos
para tener en cuenta y que deben calcularse según la siguiente tabla:
De 0 a 3 puntos: no hay problema a la vista.
De 3 a 10 puntos: alerta, esté atento a la conducta
de su hijo y controle sus pertenencias. Consulte si cree necesario con
un centro especializado o profesional especialista en drogadicciones.
De 10 a 14 puntos: consulte con un centro especializado o profesional
especialista en drogadicciones. Es probable que
su hijo necesite ayuda.
15 o más puntos: muy probablemente su hijo tiene un
problema con las drogas y necesita un tratamiento.
Cuanto antes detecte el problema, más fácil será ayudar a su hijo. No
enfrente a un joven que se halle bajo los efectos del alcohol o de las
drogas. Espere a que esté sobrio para hablar con él. Entonces explíquele
sus sospechas con calma y objetividad, y busque la ayuda de otros
miembros de la familia para respaldar sus observaciones.
Si su hijo está tomando drogas, no se eche la culpa. Llévelo de
inmediato a una consulta con profesionales especializados y en caso de
que él se niegue, concurra usted y pida asesoramiento.