Los
criterios internacionales de diagnóstico de acuerdo al
DSM-IV TR son los que a continuación se detallan:
A. Interrupción (o disminución) del consumo de anfetaminas (o sustancias
afines) después de su consumo prolongado y en grandes cantidades.
B. Estado de ánimo disfórico y dos (o más) de los siguientes cambios
fisiológicos, que aparecen horas o días después del Criterio A:
(1) fatiga
(2) sueños vívidos, desagradables
(3) insomnio o hipersomnia
(4) aumento del apetito
(5) retraso o agitación psicomotores
C. Los síntomas del Criterio B causan un malestar clínicamente
significativo o un deterioro de la actividad social laboral, o de otras áreas importantes
de la actividad del individuo.
D. Los síntomas no son debidos a enfermedad médica ni se explican mejor
por la presencia de otro trastorno mental.
La característica esencial de la abstinencia de anfetamina es la presencia de un
síndrome de abstinencia característico que se presenta entre pocas horas y varios días
después de la interrupción o reducción del consumo prolongado de dosis altas de
anfetaminas (Criterio B). El síndrome de abstinencia se caracteriza por la aparición de
humor disfórico y dos o más de los siguientes cambios fisiológicos: fatiga, sueños
vívidos y desagradables, insomnio o hipersomnia, apetito incrementado y retraso o
agitación psicomotores. También puede haber anhedonía y necesidad irresistible de tomar
la droga (craving), pero no forman parte de los criterios diagnósticos. Los
síntomas causan un malestar clínicamente significativo o un deterioro de la actividad
laboral, social y de otras áreas importantes de la actividad del individuo (Criterio C).
Estos síntomas no tienen que deberse a enfermedad médica ni explicarse mejor por otro
trastorno mental.
Los síntomas de abstinencia aparecen habitualmente tras un episodio de consumo intenso a
dosis altas. Estos períodos se caracterizan por la presencia de sentimientos
displacenteros intensos de lasitud y depresión, que generalmente requieren varios días
de descanso y recuperación. Durante el consumo abundante de estimulantes se presenta
pérdida de peso mientras que en la abstinencia se observa un incremento del apetito con
una rápida ganancia de peso. Los síntomas depresivos pueden durar varios días y
acompañarse de ideas suicidas.
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